La primera edición de BlanesMar no solo llenó el puerto de Blanes de cultura marinera, gastronomía y actividades familiares: también logró un impacto digital sobresaliente. Highland lideró la cobertura en tiempo real a través de Instagram, alcanzando más de 83.000 impresiones orgánicas en tan solo dos días, partiendo de una cuenta completamente nueva.
Para alcanzar ese nivel de visibilidad, el equipo de Highland desplegó una operativa completa de creación de contenidos sobre el terreno: captamos vídeos, fotografías e imágenes con dron para generar un flujo constante de stories, reels y publicaciones que reflejaran la energía y las emociones del evento. El objetivo era claro: construir una narrativa vibrante y centrada en las personas, contada a través de los ojos de quienes vivían BlanesMar.
La clave del éxito estuvo en una fórmula sencilla pero poderosa: presencia activa, observación con intención, edición rápida y publicación con propósito. Cada pieza —ya fuera una entrevista espontánea o una vista aérea del village gastronómico— ayudó a crear una experiencia digital que complementó al evento físico y lo proyectó en pantallas y dispositivos.
En un contexto donde muchos eventos luchan por tener relevancia digital, superar las 83.000 impresiones orgánicas en una primera edición y sin base de seguidores previa demuestra la fuerza de planificar una estrategia de contenidos desde el primer momento.
En Highland no medimos el éxito solo con cifras: valoramos la oportunidad de amplificar eventos con propósito, identidad y visión. Porque cuando la comunicación se construye desde dentro, se nota desde fuera.